Thursday, October 15, 2009

Entrevista de Omasin con Martin Sandoval


intervieu! Ø+yn en casa Medio oriente y La copa de un árbol sin raíz.

De un huevo en la cima de una montaña, nace un ciempiés. Quien, atravesando valles, bosques y desiertos, recorre largos caminos. Un buen día, teje un capullo y se alberga en él. Del armazón nacen pequeñas ratitas que llevan consigo un sinnúmero de instrumentillos.
Así nace Ø+yn, en el ceno de la ciudad de Córdoba, generando pequeños zumbidos y ruido folklore. Después de haber lanzado Ese juego que te hacía tan feliz (2005) y La canción del ciempiés (2007), han editado su tercer disco: La copa de un árbol sin raíz (2009).
En una charla hogareña, nos adentramos al mundo de los animalitos que cantan y bailan alrededor del fuego.



¿Cómo fueron los principios de Ø+yn?

Pablo: En el 2006 comenzamos Gustavo y yo, después se sumo Mavi y tocamos por primera vez en vivo. Ella ahora dejó de tocar en vivo pero sigue grabando.

Gustavo: Después se sumó Cesar, que comenzó siendo un invitado y después pasó a formar parte de la banda.


Cuando los escuché por primera vez, no pude dejar de pensar en el Medio Oriente. Hay algo en su música que transporta sonidos mántricos y sensación de trance permanente.

Pablo: He leído algunas cosas orientales, el Hare Krsna es algo que me interesa mucho. Es algo que tiene que ver con lo que hacemos. He leído por ejemplo Paramahansa Yogananda, quien fue un yogui hindú. Los yoguis son personas que están un poco más elevadas en la meditación que personas que hacen yoga.




Algunos de los instrumentos que utilizan son muy extraños, ¿qué es esa guitarrita que tiene tres cuerdas y clavijeros colocados en el mástil?

Gustavo: Se llama akonting. Es un Instrumento africano, de Gambia. En realidad es una versión cordobesa de este instrumento, porque el africano está hecho de caña de bambú. Este es de calabaza y cuerdas de nylon. Además es más chiquito.
Lo raro para mi, es que el mástil es redondo. Por eso me cuesta mucho poder tocarlo. El dedo no queda presionando la cuerda, sino que se desliza. Buscamos sacarle el jugo a cada instrumento que tocamos. A mi me gusta mucho saber qué puede darme lo que estoy tocando. Por eso, no es que nos quedamos solo en una sola cosa, sino que en la tocada vamos variando con distintos instrumentos.

Pablo: Comparto lo que dice Gustavo. Es más, a mi me gusta estudiar la escala de cada instrumento. De todos modos, yo nunca terminé mis estudios de música, en un momento empecé a buscar cómo hacer que la combinación de acordes te lleve a una cosa. No buscaba improvisar, porque quería cambiar mi forma de tocar. Llega un punto que uno hace la misma progresión más de veinte veces. Entonces pruebo hacerla de otra forma. Toco al revés la progresión entre notas, por ejemplo.


Gustavo: Tenemos además un arpa vietnamita. Versión cordobesa también.


La copa de un árbol sin raíz es un disco que te lleva por todos lados, desde la improvisación, pasando por texturas de cintas y ruidos, hasta algo completamente compuesto como los sonidos de las flautas o de trombón. La pregunta es si es un disco de improvisación o de composición.

Gustavo: Es una mezcla. Porque componemos los temas pero dejamos espacio para la improvisación, tratamos de evitar que se note una repetición medida en bpm., que suene natural, digamos.

Pablo: Las grabaciones de este disco son del 2006.

Gustavo: Este disco lo estuvimos haciendo tres o cuatro años. Desde el 2006 más o menos. Estuvimos mucho tiempo mezclando.


Pablo: Lo que pasa es que para nosotros significó cambiar un montón de cosas que antes eran de una forma y con estas grabaciones empezamos a pensarlas de otra.


Gustavo: Esto cambió todas las formas de los temas. Entonces no podemos decir que sean los mismos. Volvíamos a grabar muchas veces una misma cosa pero de otra manera para lograr una tímbrica especial que se adapte a lo que queríamos expresar.


Pablo: Empezamos a buscar y a indagar en muchas cosas que nos llevaron hasta el 2008 poder terminarlo. Ahí dijimos basta. Hasta acá llegamos.


Está muy bueno también el sonido propio del instrumento que logran, en el sentido de una música concreta, más allá de la amplificación eléctrica.

Gustavo: Es que nos gusta mucho eso. Más que tocar un instrumento como un concertista, nos gusta el instrumento en sí. Ya sea golpeándolo o de cualquier forma. Buscamos el sonido propio del instrumento. Por eso nos gusta tener mucha variedad de cosas, así podemos buscar una textura. Y esto lo hacemos en vivo. Cuando tocamos llevamos una variedad de cosas.



Lo que sucede en vivo es que este estilo de música, en un lugar grande y sin la amplificación adecuada, corre el riesgo de perderse. Me parece que es ideal para un recital chico e intimo.

Gustavo: Está claro que un disco va a tener en las personas un efecto diferente a lo que hagamos en vivo. Y por eso mismo, vamos a elegir una estructura diferente. Pero en cierta forma es parecido.
En vivo nos juntamos a improvisar y vamos eligiendo qué cosas nos gustan, y la que no nos gustan le buscamos la vuelta.

Pablo: Buscamos un dialogo. Ese dialogo a veces no funciona. Entonces vemos porqué no funciona. A nosotros nos gusta que nos cueste lo que estamos tocando. Pero también nos gusta que al público le cueste lo que está escuchando, no el sentido de ensordecerlo o lastimarlo físicamente, sino que no sea algo fácil y digerido. Si a veces esto resulta violento es porque intentamos estar en conexión con las personas que están delante de nosotros. Hay personas que se predisponen a ser llevadas por esos lugares; y hay gente que le parece que es una porquería lo que estamos haciendo.
Es como ir armando ambientes y conexiones.

Gustavo: Es bastante narrativo. Lo que buscamos es narrar algo. Pareciera ser que la necesidad que tenemos ahora es la de contar. Entonces nos juntamos y nos contamos cosas. Y cuando tocamos buscamos ver de cómo empieza y de cómo termina.


Esta necesidad de contar se relaciona con una característica muy remarcada de este disco, que tiene que ver con lo épico.

Gustavo: Sí, para mi tiene algo de épico en el sentido de ser una historia.

Pablo: Al escuchar este disco una y otra vez, nos dimos cuenta que tiene una búsqueda por encontrar la verdad, la verdad de todo.


Creo que la música de este disco es muy nocturna. Y que el juego con lo animalitos es su marca épica.

Gustavo: Para mi tiene que ver mucho con lo oriental. Con su música. Con un estado.


Pablo: También tiene muchas cosas acústicas, por eso puede ser también del Medioevo. Nosotros hacemos más que nada folk, noise y drone. Improvisación también, claro. Lo que más nos gusta es el Folk de Asia, de Mongolia y Vietman, y la música Gamelan de Indonesia.




http://www.omasin.com.ar
www.myspace.com/copadeunarbol

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